Las organizaciones de consumidores de América Latina y El Caribe integrantes de Consumers International- entre ellas ODECU- con apoyo de la FAO, instaron a sus gobiernos y organismos multilaterales relacionados con el tema de la seguridad alimentaria y nutricional a adoptar acciones inmediatas para implementar Sistemas Alimentarios Sostenibles.
Para ello, exigen fortalecer la relación entre productores y consumidores, creando políticas o marcos legales para la promoción de la producción de alimentos agroecológicos y centros de acopios para la comercialización, con el objeto de garantizar el acceso a alimentos nutricionalmente adecuados, más accesibles para los consumidores y que no afecten el medioambiente o recursos naturales como el agua.
Asimismo, plantean que la educación al consumidor debe ser un eje transversal en las políticas públicas y marcos legales que se desarrollen. Así se deben crear guías alimentarias, impulsar campañas de sensibilización y reformas al currículo de la educación primaria, media y universitaria.
También es necesario fortalecer el trabajo de las organizaciones de consumidores como instancias de la sociedad civil capaces de empujar propuestas y cambios ante intereses de determinados sectores o actores. Para ello, es necesario contar con los recursos técnicos y financieros para desarrollar un trabajo de incidencia.
Finalmente, las organizaciones demandan implementar impuesto a las bebidas azucaradas, regular la publicidad dirigida a niñas, niños y adolescentes, legislar sobre etiquetado de advertencia frontal de alimentos y desarrollar políticas públicas o regulaciones que favorezcan un ambiente de alimentación saludable para toda la población.
Cifras alarmantes en Chile: 9,5% de los niños menores de 5 años tiene obesidad
Si bien Chile ha avanzado con la reciente regulación de etiquetado y publicidad de alimentos, experiencia que expuso Nicole Aguilera de ODECU en el reciente “Encuentro Latinoamericano y del Caribe de las Organizaciones de Consumidores para la promoción de la Alimentación Saludable”, organizado por el Centro para la Defensa del Consumidor de El Salvador y Consumers International, con apoyo de la FAO, aún resta mucho por hacer como en toda la región.
Alrededor de 360 millones de personas en América Latina y El Caribe tienen malnutrición por exceso. Esta cifra representa un 57.3% de la totalidad de habitantes de la región según la OPS y la FAO, con una mayor prevalencia entre las mujeres que entre los hombres (un 61% y un 54%, respectivamente). Al 2015, se estimaba que 3,9 millones de niños sufren de esta condición. En Chile, un 9,5% de los niños menores de 5 años tiene obesidad.
En la región, tres de cada cuatro defunciones son a causa de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cálculos muestran que casi 30% de las muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares se producen en el 20% más pobre de la población de las Américas, mientras que solo 13% de esas muertes prematuras se observan en el 20% más rico.
Según estimaciones de la OMS, de mantenerse la situación actual en los países de ingresos bajos y medios las pérdidas económicas entre los años 2011-2025 alcanzarán los USD 7 billones, lo cual supera con creces el costo (USD 11,200 millones por año) de la implementación de las acciones para reducir la carga de las ENT. Por tanto, la pérdida de productividad vinculada a estas enfermedades constituye un obstáculo en la lucha contra la pobreza y por lo tanto en el desarrollo y la consecución de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
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